martes, 27 de enero de 2015

LUNES, 26 DE ENERO DE 2015

Fin de semana sin pena ni gloria.

Lunes....El día de las promesas, el día que te dices "Esta semana sí que sí....ya verás que sí...".

A pesar de que en breves me voy a quedar sin trabajo, voy a gastar dinero en otra actividad que complemente mis visitas al terapeuta: voy a hacer Taichi (o tai chi, o como se escriba, me la pela) y kung fú. Ahí queda eso.
Tengo suerte de que una de mis amigas se dedica a esto y no está muy lejos de mi casa...Además, para darle la pasta al dueño de un gimnasio que no conozco, prefiero dárselo a mi amiga, que la conozco y sé que le viene de fábula otro alumno más.

Hay una parte de mí que está acojonada (No derroches la pasta, no sabemos lo que va a pasar en el futuro, puede que nos haga falta!!!!!!!!!).
Pero esta vez, paso de hacerle caso. Necesito recuperarme, estar bien conmigo misma, LO NECESITO.
Tengo ahorrado en el banco y esta situación de stand by en la que me encuentro no durará eternamente.
¿Me quedo sin trabajo? Busco otro. Si tengo que volver a limpiar, pues limpio, a mí lo que me importa es tener dinero a fin de mes. Ya ves tú.
¿Qué no se muere mi jefe? Pues mejor, que le tengo mucho aprecio y quiero que viva.
Pero me niego a preocuparme por cosas que "posiblemente" pasen, no por cosas que esté pasando "en este preciso instante". Y en este preciso instante todavía tengo curro, así que, PARA ADELANTE (Como esa canción dance de Ecuador).

Dejo todo preparado, para cuando vuelva del entrenamiento no me dé pereza hacerme la cena.
Voy andando, porque si voy en bus, necesito dos buses y no me merece la pena ni por el dinero ni por el tiempo: llego antes andando.

Llego al Dojo un poco acojonada, sale a flote mi vena antisocial. Pero son gente de mi edad y tienen pinta de gente amable. Me hacen sentir....integrada.
Empezamos a estirarnos (suerte que corro y no estoy tan oxidada...) y me enseñan el paso básico de tai chi, que parece sencillo porque lo haces despacio, pero tiene bastante complicación porque tienes que tener en cuenta las posiciones de los pies, de la cadera y descubro, para mi desgracia, que tengo el core más blando que un colchón. (Nota mental, ejercitar un poco el core en casa, tengo los medios y las herramientas, así que no hay excusa que valga. Punto pelota),
Me diga  mí misma que no me desanime, porque el primer día no me va a salir nada. Lo asumo, lo acepto y sigo luchando contra el maldito paso.
Luego toca kung fú y vuelvo a estirar y aprendo a girar a un lado y hacia otro (parecido al tai chi) y descubro que llevo años pegando puñetazos de manera errónea. Mola saber que hay una manera de dar un puñetazo como si fuera el puño un martillo y no te hace daño en las muñecas. Yo siempre pego, cuando hago cardiobox, con los puños en horizontal y resulta que es mejor con el puño vertical.
También me da un par de nociones de defensa personal: cómo soltarme las muñecas y cómo soltarme si me agarran la ropa. Es muy fácil, espero no verme es esa situación, y si me veo, espero acordarme.

Acabamos haciendo abdominales, flexiones y lumbares.
Salgo a la calle. Es de noche y el frío se te mete hasta en el alma. Decido ir corriendo, así quemo un poco más de energía y llego con hambre a casa.
Y de esta manera tan tonta descubro mi hora perfecta para correr. Me he dado cuenta que yo soy una runner nocturna. Correr al amor de las farolas, ver mi hermosa ciudad, que resalta con la luz nocturna y ver que somos pocos los que estamos a esta hora, me siento bien.
No tengo que madrugar (odio madrugar y más para salir a correr), y lo mejor de todo, evito mi "momento atracón", que es desde las 18:00 a las 20:00.

Ahora procuro escuchar a mi cuerpo, que, por lo visto, es más sabio que mi cabeza.
Si ya me lo decía cuando pesaba 78Kg...Que no estaba bien, que debía dejar a mi pareja y la vida de mierda que llevo, paralizada por mi miedo al cambio. Que es mejor que reviente todo antes soportar otra vez todo lo que he vivido. Que no merece la pena querer a los que no te quieren y respetar a los que no te respetan.
No importa en realidad quién puso fin a esta situación, si en el fondo, sé que me ha hecho un favor. Si algún día le veo, le daré las gracias. Y lo digo de corazón, no lo digo con cinismo. Bastante tiene él con lo que tiene.
Gracias a esta ruptura, he recuperado casi mi peso de siempre (me faltan 5Kg), y lo que es más importante, me he dado cuenta de que tengo que cambiar y que no es malo que cambie todo, que abrace lo desconocido y que me deje llevar, vivir al día, en resumidas cuentas.
Ahora quiero centrarme en mí, cuidarme y curarme, en sacar todo lo bueno, lo de dentro y lo de fuera.
Que no soy sólo un cuerpo, un físico, una cara. Que soy más, mucho más, y quién se dé cuenta, merecerá la pena y quién no...pues él se lo pierde, no voy a hacer malabares para gustar a alguien que no gusto. Por fin me estoy dando cuenta que me la pela no gustar a todo el mundo y me siento libre al pensar así, me he quitado el peso muerto que es tener que agradar a todo el mundo. Primero me tengo que agradar yo y luego estáis los demás.
Y qué coño, que agradar a todo cristo, aparte de que requiere un esfuerzo titánico, es imposible.
Y también sé quién es la persona que es más difícil de agradar: y soy yo misma.
Al final va todo al mismo sitio, al yo. (Eres bueno Sigmund Freud...muy bueno, tío...)

Lo dicho, terapia, deporte, buenos alimentos y actividades que me agraden.
Por el momento, funciona.

1 comentario:

  1. Ey, pues me alegro un montón! Se te nota la felicidad en las palabras :) Las rupturas duelen al principio, luego te das cuenta de que tú misma eres todo lo que necesitas para ser feliz, que la vida sigue y que puedes tomar tus propias decisiones. Ya aparecerá otro, y te hará sentir mejor que el anterior. De momento a encontrar tu equilibrio, que veo que lo estás consiguiendo. Un besazo!!

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